El evento, bajo modalidad híbrida (presencial y virtual, con 250 presentes), contó también con la presencia de la presidenta del STJ de Chaco, Iride Isabel Grillo y del decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Palermo, Fulvio Santarelli, los tres en representación de Argentina. Por Ecuador participaron el coronel Marcelo López Amores, especialista en investigación policial, el doctor Geovanny Borja Martínez, Juez de Garantías Penales y el Teniente, Daniel Padilla Valverde, experto en Criminalística.
El doctor Santiago Otamendi expuso sobre los “Modelos de Justicia Restaurativa: la experiencia del programa Espartanos”, en este marco se refirió a la dinámica de la justicia restaurativa en las distintas etapas del proceso, de cómo ha sido receptada en los códigos de procedimientos de corte acusatorio y a las manifestaciones de la lógica restaurativa como una salida o una solución eficaz al conflicto.
También se refirió al contexto donde se presenta esta posibilidad de salidas alternativas, haciéndose eco en el último informe de PNUD y del Banco Mundial, los que revelan la cantidad de gente que no puede acudir al sistema de justicia, o que no está satisfecha con este. En este contexto, señaló que la dinámica o la lógica de la justicia restaurativa vienen a cumplir o ser una herramienta útil para darle contenido a la ODS 16.3.3 de la ONU que promueve sociedades pacíficas, justas e inclusivas.
Otamendi aclaró que la lógica restaurativa no necesariamente puede ocurrir al inicio del proceso con la mediación o con algunas pautas de la suspensión de juicio a prueba o con la autocomposición, sino también luego de la sentencia. Y en este punto, junto al doctor Nicolás Negri, Director de la Oficina de Innovación y Gestión Judicial del TSJ, destacaron la experiencia del Programa Espartanos.
Este programa, que busca introducir la práctica del rugby en las unidades penitenciarias, ha permitido disminuir la reiterancia o reincidencia drásticamente del 65% al 5%, contribuyendo así a cumplir con la consigna constitucional de reinsertar al ciudadano en la comunidad.
El Programa promueve el encuentro entre víctimas y victimarios, con participación de la comunidad, lo que implica también una comprensión del conflicto y una respuesta distinta donde muchas veces también puede darse lugar al perdón, con la fuerza espiritual y terapéutica y pacificadora que este tiene.
Otamendi destacó que el programa, del que participan más de 3000 internos y 650 voluntarios de la sociedad civil, se está implementando hoy en 69 unidades a lo largo de todo el país y se ha exportado a El Salvador, Chile, España, Kenia, Perú y Uruguay. A su vez, se han sumado 80 empresas que hoy emplean a 225 egresados del sistema penitenciario.
Finalmente recordó que este diálogo y encuentro que alienta el programa responde a las consignas del Papa Francisco, en las encíclicas Fraterno Tutti y Laudano, donde se destaca que el encuentro es construir la realidad, construir la historia, y que el encuentro a través del diálogo coadyuva a la construcción de sociedades justas, pacíficas e inclusivas.