La apertura de la actividad estuvo a cargo del Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Germán Garavano; el Director Nacional de Relaciones con la Comunidad Académica y la Sociedad Civil del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Martín Bohmer; y el Juez del Tribunal Superior de Justicia y Secretario Ejecutivo de la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial, Luis Francisco Lozano.
El Dr. Lozano habló sobre la importancia que representa el Código Iberoamericano de Ética Judicial constituido en un conjunto sistemático de preceptos que configuran un programa de acción acerca de cómo ejercer la función judicial con miras a servir de modo óptimo a quienes acuden a la justicia y, por lo tanto, a la sociedad. El Código no forma parte de un orden jurídico imperativo sino que ha sido aprobado por la Asamblea Plenaria de la Cumbre Judicial Iberoamericana como un conjunto ordenado de pautas que no definen lo que es legítimo y lo que no lo es, sino que guían en la elección de la conducta más próxima a las metas deseables.
Sus palabras se centraron en la relación, en un ámbito democrático, entre la política y el poder judicial. Asimismo, destacó la importancia de escuchar la voz de los jueces en el proceso de una reforma judicial.
Talleres participativos para la reflexión
Durante el transcurso de las jornadas se llevaron a cabo diversos talleres vinculados a la temática convocante como: “Los jueces y los medios de divulgación masiva”, “El rol del Consejo de la Magistratura y el control ético de los jueces”, “Motivación y Equidad”, “Órganos de resolución de conflictos éticos” y “La contribución de la Ética en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.
La contribución de la Ética en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
El taller sobre “”La contribución de la Ética en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” estuvo a cargo del Dr. Lozano.
La agenda 2030 sobre el desarrollo sostenible elaborada por Naciones Unidas establece 17 ejes temáticos, entre ellos el número 16 vinculado al desempeño de los Poderes Judiciales, ya que se establece como objetivo “facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles”. En este marco, el Código de Ética se constituye en una herramienta valiosa para la consecución del objetivo planteado por la ONU. Es el instrumento a través del cual la Cumbre Judicial Iberoamericana brinda sustento a los jueces y a los poderes judiciales de cada país para desarrollar un accionar común capaz de suscitar confianza en el universo de sus actuales y potenciales justiciables.